domingo, 8 de enero de 2012

Elegía

Ha muerto uno de mis maestros.

Hace dos días se nos ha ido y nos ha dejado un poco huérfanos a los que tuvimos el honor, la suerte y el placer de compartir trabajo y vida con él. En mi caso, en aquellos años mágicos y extraños, sin duda idealizados, con que acabó el siglo XX y empezó el XXI, en Las Palmas de Gran Canaria, cuando aprendí a intentar ser un buen psiquiatra. Él me enseñó muchas cosas. De la psiquiatría, de la vida y sus (sin)sentidos, de la amistad, de las prioridades… Aunque seguro que sus opiniones diferían en distintas cosas de las nuestras y, probablemente, no estaba de acuerdo con algunas de las posiciones que defendemos en nuestro blog, sus palabras y el recuerdo que me dejaron forman parte desde siempre de lo que entiendo por Psiquiatría.

Sin ninguna duda yo no sería el psiquiatra que soy si no hubiera sido por él. Sin ninguna duda, tampoco sería el hombre que soy. Sería diferente, pero peor.

Estoy jodido porque ya no está. Se ha muerto y, aunque en los últimos años tuve muy poco contacto con él, era alguien importante para mí. Un maestro y un amigo. Dicen que uno no muere del todo mientras hay alguien que lo recuerda. Sirvan estas palabras para ello.

Miguel Hernández escribió un poema tras la muerte de su amigo Ramón Sijé. Ya que no soy poeta y nunca he sabido escribir muy bien, transcribiré sus palabras porque expresan mejor que las mías algo de lo que siento:

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
a quien tanto quería).


Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

12 comentarios:

  1. Hermoso homenaje, Jose. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Hoy, como casi nunca, de acuerdo contigo en todo. Hoy como casi siempre mi abrazo más afectuoso. Manolo Rodríguez

    ResponderEliminar
  3. Lo siento.
    ¿Pero quien fue "el", este maestro a quien tanto le debes?
    Conocer algo de su identidad y biografía sería un buen homenaje.
    Gracias
    Romà Massot

    ResponderEliminar
  4. Cuando llega lo que siempre esperamos, sólo queda la vivencia que los otros tienen de nosotros. Tu homenaje lo manifiesta. Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Ha muerto Agustin Cañas Peano. Ha muerto un gran compañero, un gran psiquiatra, un gran hombre. Hay mucha pena y mucho dolor, pero estamos pensando la manera de rendirle homenaje, segun vayamos aceptando el hueco que ha dejado. Estara siempre en el corazon de los que hemos trabajado con el. Alicia Rodriguez de la Nuez.

    ResponderEliminar
  6. Hay muchos que luchan por ser inmortales. Hay otros que intentan pasar desapercibidos y, sin embargo, logran su inmortalidad sin querer. Te queremos mucho, Agustín. Ana G. Isasi.

    ResponderEliminar
  7. Wilson Nieves Pla
    Se ha ido tu cuerpo, se queda tu esencia, para los que tuvimos el placer de haberte conocido, querido profesor, compañero y amigo. Se te extraña, se te anhela, tu silla cada miércoles te espera y, nuestros oídos huérfanos se quedan.Te extrañaremos siempre.

    ResponderEliminar
  8. Un gran medico,pero sobre todo una gran persona que ayudó a mucha gente en la que me incluyo yo.Descanse en paz.Maia del Carmen GG

    ResponderEliminar
  9. Siento su perdida, fué una gran ayuda para mí y mi familia. Muchos años de confidencias en su consulta, gracias a su profesionlidad pude ver la vida de otro color. Como él no abrá otro, allá donde estés le envío un fuerte abrazo. EGG.

    ResponderEliminar
  10. Buenos días, ayer por la tarde, me encontré a un buen amigo, paciente de él y me dijo de esta pérdida y me quedé perplejo y húerfano. Desde estas humildes palabras, decir que gracias D. Agustín por su profesionalidad. Llegué muy Tocado y me curaste. Soy creyente y Dios me puso en tus manos. Gracias, Gracias y mil gracias. Espero que allí donde estés sigas echándonos un cabo.
    Mi más sentido pésame a su mujer, hijos/as y familia. Muchas gracias a este blog para por lo menos expresar estos sentimientos. Hay que seguir en la lucha. Fe y esperanza, no queda otra. Saludos cordiales.
    Un abrazo. JFSS

    ResponderEliminar
  11. Una incomprensión absoluta,una pena muy grande,un dolor aun mayor,eso es lo q nos ha dejado la perdida irreparable de una persona tan excepcional cmo él.
    Ahora poco a poco habrá q asumir la vida sin su presencia,difícil tarea,pero con la absoluta convicción de q su huella y su recuerdo no desaparecerán jamás.
    Tinón, no te olvidaremos nunca,te llevaremos siempre en nuestros corazones y en nuestros recuerdos.
    L.F.P.

    ResponderEliminar
  12. Todavía no me lo explico... cómo es posible que una persona y profesional tan maravilloso se haya ido fisicamente. No hay día que no te recuerde. Me ayudaste y me enseñaste,con tus viviencias, a valorar la esencia de la vida y es así cómo intento vivir ahora. Se dice que el recuerdo matiene viva a las personas. Estarás vivo siempre porque todo quien te conoció tendrá su rinconcito guardado para tí.
    Que suerte tener a tu lado esa familia, son grandes como tú. Siempre orgulloso de tu esposa e hijos...Quiero dar las gracias a tu esposa...siempre con su sonrisa hasta el final, con esa tranquilidad que trasmite, es una mujer estupenda.
    La alegría traicionera te cerró la puerta del mundo físico, quiso que compartieras con ella otro lugar donde sólo los magníficos pueden llegar.
    la vida es tan misteriosa que a veces nos trata mal, es tan caprichosa que nos quita y nos da, es tan sorda que le gritas y no eschucha nada, la vida es un tesoro que hay que aprovechar. Espero que hayas aprovechado y disfrutado, no es necesario vivir una vida larga, sino intensa y feliz.
    Te recordaremos siempre. Gracias por formar parte de nuestras vidas.Ojalá nos recibas cuando nos toque partir.

    ResponderEliminar