lunes, 3 de septiembre de 2018

Carta abierta ante las elecciones a la Junta de la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría (ACN)


Hoy nos permitirán que traigamos una entrada en clave local. En pocas semanas se van a celebrar elecciones a la Junta de la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría (ACN), representante autonómico de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) de la que somos socios hace años. A diferencia de muchas ocasiones previas, en las que solía haber una única candidatura, esta vez nos encontramos con dos planchas diferentes. No entraremos en comentar una u otra, porque los socios ya habrán recibido, como nosotros, la documentación con los breves programas electorales y el nombre de los y las candidatas, y tampoco es el tema de esta entrada comentar las características de una u otra opción. Mucho menos hacer campaña por una u otra o revelar el sentido de nuestro voto. 

Nuestro propósito es, como ya hicimos en una entrada previa antes de unas elecciones a la Junta nacional de la AEN, hacer una petición a la nueva Junta que saldrá de estas elecciones, sea la que sea, sobre qué aspectos creemos deben y debemos mejorar en nuestra Asociación Canaria de Neuropsiquiatría.

Hay puntos importantes que, más o menos, están recogidos en los programas de ambas candidaturas y con los que estamos totalmente de acuerdo: prestar la máxima atención a la necesidad de registrar, reducir y, eventualmente, llegar a eliminar las sujeciones físicas; ser independientes de presiones políticas de distinto signo, asignación de recursos profesionales y materiales suficientes para atender a la población de forma adecuada, reconocimiento expreso de la especialidad de Enfermería de Salud Mental (y contratación de dichos profesionales por delante de cualquier no especialista), profundizar en el conocimiento de nuestro campo mediante la investigación y también, por supuesto, la reflexión teórica, máximo respeto a los derechos humanos y la autonomía del paciente en nuestro trabajo, etc, etc. No son puntos textuales de ninguno de los dos programas, pero no dudamos de que ambos grupos de candidatos refrendarían, al menos sobre el papel, esta breve lista de peticiones (que tampoco es completa). Faltaría más.

Lo que queremos pedir en esta carta abierta son tres puntos previos a todo ello, más bien como requisitos básicos para el funcionamiento de la ACN. Sabemos que la AEN a nivel nacional hace ya unos años que empezó un camino que, poco a poco, nos está llevando a buen puerto: independencia de la industria farmacéutica cada vez más completa y, lo cual también es importante, cada vez más explícita; transparencia en los informes anuales sobre, por ejemplo, gastos de la asociación; participación de los socios en la vida y decisiones de la asociación, aunque aún de forma muy preliminar...

Desglosaremos nuestras peticiones, que nos encantaría fueran compartidas por la Junta que resulte saliente de las próximas elecciones. Como de momento seguiremos siendo socios, estaremos atentos y vigilantes. Mejorar la ACN como asociación de profesionales de la salud mental enfocada a una mejor atención a nuestros pacientes y un mejor servicio a toda la sociedad, debe ser tarea de todos los socios.

Pretendemos que esta carta, dirigida a la nueva Junta de la ACN, que cuenta con todo nuestro respaldo inicial, sea entendida como escrita desde un punto de vista totalmente constructivo. Por supuesto, representa nuestra visión de los cambios que creemos la ACN necesita para mejor cumplir su función, enfocada a las personas que sufren de trastornos mentales, a los profesionales que los atienden e, incluso, a toda la sociedad para la que se sitúa como un grupo de expertos cuya opinión - con razón o sin ella - tiene un peso.

Para nada pretendemos que, transfigurados por la luz de nuestros argumentos, la nueva Junta de la ACN se disponga a aplicarlos ipso facto, pero sí nos gustaría al menos que fueran escuchados y mucho mejor si incluso abrieran cierto debate acerca de su pertinencia para nuestra asociación.

Hemos planteado los cambios que creemos necesarios en tres apartados, con evidentes solapamientos:


  • Transparencia: En los tiempos que corren, la demanda de transparencia va camino de convertirse en universal, hacia nuestros representantes políticos, cargos públicos y entes diversos. Creemos que, aprovechando las posibilidades de internet, de manejo diario para la inmensa mayoría de los profesionales de este país, es una obligación ineludible que exista en la ACN una transparencia completa, sobre todo hacia los socios que formamos (y mantenemos, con nuestras cuotas) la asociación. Transparencia en el uso de las cuotas de los socios o subvenciones públicas o privadas recibidas, con un completo desglose de ingresos y, por supuesto, de gastos. Será imprescindible poder conocer en qué emplea el dinero la Junta para poder conocer y evaluar su gestión. Evidentemente, la transparencia no puede reducirse solo al aspecto económico. Consideramos que las actas de cada reunión de la Junta deben estar a disposición de los socios, para saber qué se decide y qué se debate en ellas, lo que será de indudable interés para todos.

  • Participación: Creemos imprescindible conseguir mayor horizontalidad entre los socios, buscando una mayor participación en la vida y decisiones de la asociación. También teniendo en cuenta las inmensas posibilidades de internet, creemos que deberían habilitarse métodos para fomentar el debate virtual sobre diferentes temas, mejorando el funcionamiento de la página web. Y, sin duda, no detenerse ahí. Ya que nuestra asociación ha tenido como seña de identidad la defensa de planteamientos y métodos democráticos, deberían implementarse sistemas de votación vía electrónica, con los métodos de seguridad ya existentes para estas iniciativas, con el objetivo de que los socios podamos pronunciarnos a la hora de que la asociación tome partido en diferentes temas. El funcionamiento democrático de la ACN no puede limitarse a votar a una candidatura cada tres años y ya está. Sería un gran ejemplo de cara a otras asociaciones profesionales y a la misma sociedad de la que formamos parte, organizar todas las consultas que sean pertinentes entre los socios, a la hora de la toma de decisiones importantes o para conocer la posición de los socios en temas de importancia.

  • Independencia: Por supuesto, la ACN debe ser independiente de intereses políticos, económicos, etc., pero nos referimos en concreto a la, desde nuestro punto de vista, imprescindible independencia de la industria farmacéutica. No queremos convertir este texto en un enorme y tal vez cansino escrito sobre este apartado, del que tanto hemos hablado (y seguiremos hablando). Para sustentar esta petición de independencia completa de la ACN respecto de la industria farmacéutica (no aceptar su financiación para congresos, jornadas, publicaciones ni ningún otro tipo de actos llevados a cabo por la asociación), y dejando claro que nos referimos a la postura de la ACN como asociación (allá luego cada socio con lo que haga en su actividad individual), adjuntamos un par de enlaces a trabajos previos, donde desglosamos con cierto detalle los aspectos más relevantes en los que la industria nos influye, con una creemos que bastante completa bibliografía. 



En fin, hasta aquí esta carta abierta, por pedir que no quede. La dirigimos en primer lugar a la nueva Junta de la ACN, deseándole la mayor de las suertes en su nueva andadura, pero la hacemos extensiva, por supuesto, a todas y todos los socios y simpatizantes de la misma. Insistimos en nuestra intención de que esta crítica sea constructiva y nuestro deseo de que sea entendida como tal.


Afectuosamente,


Amaia Vispe y Jose Valdecasas