Hoy traemos varios documentos preparados por unos de nuestros autores favoritos: José Antonio Inchauspe (psiquiatra) y Mikel Valverde (psicólogo clínico). Se trata de varias presentaciones que han expuesto en distintas jornadas y que han tenido la amabilidad de facilitarnos para colaborar a su difusión desde nuestro blog.
El primero de ellos trata admirablemente sobre crisis psicóticas, en relación con las necesidades de la persona y de su familia. Se plantea la cuestión del empleo de antipsicóticos en dichas crisis, así como las estrategias de mantenimiento, reducción o interrupción posterior de dichas medicaciones, todo ello valorado desde el punto de vista de la ética del riesgo (riesgo tanto de efectos secundarios si se mantienen como de recaídas si se interrumpen...). Lo pueden leer aquí:
El segundo trabajo recoge de forma brillante el tema del enfoque de diálogo abierto como programa de tratamiento para primeros episodios de psicosis, explicando un abordaje del que se habla mucho y tal vez se conoce poco. Lo tienen disponible aquí:
El tercer trabajo se titula "Una perspectiva psicosocial de la psicosis y la esquizofrenia" y se acerca magistralmente a estos difíciles conceptos desde un enfoque crítico con el pensamiento psiquiátrico más oficialista y, a la vez, mucho más esperanzador, respetuoso con las personas que sufren estos fenómenos y coherente con los conocimientos realmente existentes sobre estos temas. No dejen de leerlo aquí:
En cuarto lugar, una completa bibliografía sobre estos asuntos está a su disposición aquí:
Como añadido final, queremos incluir un texto que nos emociona especialmente. Se trata de una reseña de Mikel Valverde a nuestro libro Postpsiquiatría. Como tal vez sepan, la editorial que nos publicó, Grupo 5, ha cerrado y con ella toda la colección Salud mental colectiva, que incluía nuestra obra. Por ello, en la actualidad el libro está descatalogado y, aunque sin duda eso le da cierto carácter de obra maldita que no deja de gustarnos, la verdad es que preferiríamos que estuviera a disposición de quien pudiera estar interesado en ella. Por eso, estamos valorando otras opciones de publicación (tal vez una nueva edición en otra editorial, tal vez un formato de libro electrónico, aún no lo tenemos claro...). En cualquier caso, Mikel Valverde escribió en su día esta reseña que no llegó a publicarse en ningún sitio y que estamos encantados de poder incluir aquí:
Postpsiquiatría.
Textos para prácticas y teorías postpsiquiátricas
Autores: Amaia Vispe y Jose G. Valdecasas
Veo esta obra como un libro de viajes que transita por un vasto campo de conocimiento en salud mental, donde cada ciudad que visita incluye un análisis en profundidad de la misma y justifica la relevancia de detenerse en ella. La motivación para realizar esta exploración se encuentra en la vocación de sus autores que les llevó a orientarse hacia el campo de la salud mental.
Al igual que otras personas que deciden partir hacia las prácticas de ayuda en salud mental, los autores, casi en el mismo puerto de partida, pronto intuyen que hay algo extraño, algo que suena disonante entre lo que se estudia en los libros y lo que dicen quienes les enseñan la profesión, la práctica que se realiza a pie de obra, y lo que uno creía que debería ser su trabajo y la ayuda que desea proporcionar.
En ese punto algunas personas se esfuerzan a acomodarse a la situación y estudian, incluso mucho, para entender la práctica habitual, pero hay otros que se hacen preguntas.
Los autores de este texto toman la segunda vía. Desearon explorar el campo y desean traer luz a los puntos confusos y discordantes. Se dejan guiar por la intuición que alimenta su curiosidad y haciéndolo así surgen preguntas y de cada esbozo de respuesta, siempre incompleta, surge un nuevo abanico de más preguntas. Esta es una verdadera actitud científica, porque en la curiosidad de la que nacen las preguntas y del conocimiento encontrado que deja otras abiertas se fundamenta la ciencia, tanto sea en el laboratorio como en el resto de los ámbitos de indagación. Esta ruta también requiere de mucho estudio, muchas horas de lecturas, conferencias y escuchar a otros, pero a la vez mucha reflexión personal: no es este un camino donde se transita por terrenos asfaltados y seguros, no es campo para las certezas rotundas, no hay rutas directas y llanas, pero caminando por estas vías se tiene la posibilidad de encontrar datos, perspectivas y conocimientos no previstos, a veces muy fundamentados, que pueden ser divergentes al discurso académico y al de la práctica dominante, e incluso uno se puede topar con cosas que no desearía encontrar. Es una exploración que conlleva riesgos inevitables: lo que en un momento parece asentado puede con que con la visita a otro puerto deje de serlo.
Y de esto trata el libro de Vispe y Valdecasas, de su exploración personal, de sus visitas a distintos puertos de conocimiento y lo que allí encuentran.
La trayectoria que nos presentan es una muy lógica y plausible. Aunque ellos u otros autores podrían haber llevado rutas exploratorias distintas. Y las preguntas y los descubrimientos se encadenan a la perfección: es como si nos dijeran y entonces me pregunté esto, cuando indagué sobre ello obtuve esto otro, lo que me hizo preguntarme sobre aquello, y así sucesivamente. Este es un trayecto inacabado porque es en sí mismo interminable: siempre hay más para preguntar y conocer.
Debido a su inquietud inicial percibida en la práctica diaria, el libro se inicia con un jugoso comentario a propósito de la sugerente obra Monte Miseria. Una novela clarificadora sobre la práctica psiquiátrica contemporánea, que trata de una exploración del campo desde los ojos de un principiante perplejo. De la misma se pueden deducir diversas cuestiones e interrogantes, que Vispe y Valdecasas presentan y sustancian. Una novela y unos comentarios en el primer capítulo que indican a las claras que este libro puede contener verdaderas cargas de profundidad.
El siguiente puerto donde recalan es en el artículo de Bracken y Thomas (2001) “Postpsychiatry: a new direction for mental health”. Un artículo de los que marcan una diferencia, donde se perfilan unas nuevas prácticas, se señalan las bases conceptuales, a la vez que son criticadas de forma incisiva las de la psiquiatría de la corriente principal.
Estos son los dos primeros artículos de este libro. Son textos que hacen evidentes las fallas tanto en el conocimiento como en la práctica de Salud Mental y que abren una gama inmensa de preguntas que los autores en su propia ruta irán abordando. Este libro de viajes y descubrimientos, me gusta verlo así, relata un trayecto que se ha prolongado durante años, y que continúa con rutas posteriores a este libro, que se ha plasmado en su blog Postpsiquiatria, y en cada puerto donde recalan, preguntan, cuestionan, dudan, recogen argumentos y datos, etc., siendo las cuestiones tratadas verdaderamente numerosas. Es un viaje, que no resulta árido, porque las cuestiones son diversas y pertinentes, y los autores que hicieron el esfuerzo de comprender las cuestiones que debaten, han decidido volcarlas en las páginas de forma comprensible.
El lector que decida acompañarles en este periplo, algo recomendable de forma efusiva, tanto a los de más experiencia como a los que se inician en el campo, y también para cualquiera que le atraiga la materia de Salud Mental, se acercará de forma suave y atractiva a cuestiones como: los fundamentos filosóficos del conocimiento en salud mental, las clasificaciones psiquiátricas, el diagnóstico y su relación con la clínica y la investigación, la eficacia de los psicofármacos, los problemas asistenciales y el funcionamiento de los servicios, los distintos conceptos usados en psiquiatría (como la psicosis y la esquizofrenia), las técnicas clínicas, su eficacia y sus riesgos y una diversidad de cuestiones éticas involucradas en el campo, como la actividad de la industria farmacéutica, la medicalización de la vida cotidiana, el valor de las narrativas y el de la palabra de quienes experimentan sufrimiento mental, entre otras.
Las bases que sustentan los debates de este libro son los estudios científicos, las cuestiones éticas y la crítica científica. Y se visitan al menos treinta asuntos, todos ellos muy pertinentes en el campo de la salud mental. Aquí no hay complacencia, del tipo de mirar en una dirección mientras se ocultan otras, sino que prima el propósito de despejar las preguntas que se pueden hacer en cada una de las cuestiones encontradas y lo que sugieren las repuestas basadas en la ciencia. No es un libro académico que se usará en las universidades, pero sí que lo es en otro sentido; útil para cualquier profesional que desee poner los pies en tierra, en la práctica real, y acepte entrar a este campo dispuesto a hacerse preguntas e indagar, incluso si le incomodan: es un libro para los que entienden el conocimiento como una actividad dirigida por la curiosidad. Un libro imprescindible para quien quiera saber sobre las cuestiones reales que se presentan en la práctica clínica.
Miguel A Valverde
Psicólogo Clínico
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